Y no hablamos de las panzas de los integrantes que entre pizzas, empanadas y asados (y bajones de todo tipo) están viendo aumentar su kilaje a pesar de correr un rato en los partidos, que son la excusa en torno a la cual se arma esta maravillosa congregación de seres humanos.
Aquí en la foto, parte de la cúpula del Domingazo intenta decidir cuáles pueden ser los próximos destinos de nuestra gira (¿San Pedro? ¿Tal vez Mar del Plata?). Al Colo se lo ve un poco preocupado porque sabe que le va a costar volver a las canchas teniendo en cuenta el gran nivel futbolístico que se está viendo. Leandrito hinchado las pelotas porque no pudo desplegar la magia de su zurda, y el Mono con su cara de colgado de una rama tal cual lo indica la naturaleza de su alias de prontuario. Ah, el que está de espalda prefiere mantenerse en el anonimato y el que le da la impronta ideológica al Domingazo.
Veremos qué decide este grupo humano con respecto al futuro de la gira sin fin que propone el Domingazo semana tras semana.