También muestra como a los 25 años ya se puede tener el cuerpo lo suficientemente castigado por los excesos como para ni siquiera aguantar un partidito de fútbol cinco y encima ser ninguneado por los compañeros de equipo que querían dar vuelta el marcador sin importarles el maltrecho tobillo del amigo que tuvo que dejar su lugar a vaya saber quién.
Pero bueh, no importa. "El tiempo me absolverá", dijo otro barbudo hace tiempo y semanas después llegó la reivindicación con goleada histórica en el Domingazo y victoria del equipo Leonchalón por 13 goles (si, 13, una docena y uno de regalo) con una actuación más que aceptable del aguerrido jugador que porta la camiseta 4 que supieron llevar con gloria grandes como Pernía y otros que no me acuerdo.
Por ahora, esto se termina aca pero la gira continuará en el próximo Domingazo. Hasta entonces y que se recuperen los traseros de los que se llevaron 13 pepas de más no sé donde.
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