Como Napoleón que se encontró con Waterloo cuando pensaba que tenía Europa en la palma de su mano, el Domingazo cayó derrotado -y se golpeó fuerte- cuando deliraba que ya era campeón por vestir la pilcha más linda del lugar. Como la izquierda peronista que se tuvo que ir de la plaza porque la burocracia había pegado más onda con el Pocho, la Gira salió derrotada y humillada por propios errores.
Aunque no se refiera al lugar, ni al momento que hoy llama a la introspección, la imagen que acompaña estas reflexivas palabras, y le da rostro a la derrota, sirve para ilustrar lo que aconteció el último miércoles, cuando los gireños se chocaron de frente con la realidad y no le tomaron la patente para hacer la denuncia.
No importa, el Domingazo recuperará su espíritu originario de proponer una Gira colectiva para todos los gireños bienintencionados y lo sabrá plasmar dentro de un campo de futebol. Volverá el criterio, el buen fútbol y la solidaridad entre compañeros para lograr el objetivo común: La Gloria...o Devoto (No lo neguemos, es una de las posibilidades).
Sí, porque la Gira enseña y hay que estar dispuesto a aprender de ella para no cometer los mismos errores. Después de todo la Gira no hace milagros contra la boludez. Seamos sabios y aceptemos que un tropezón no es caída, así se podrá continuar el gireño camino que nos llevará hasta la victoria (siempre).
Adiós chichipíos.
Falta una seria conversacion tecnica y tactica con el licenciado LOBO CORDONE.
ResponderEliminarMuy bueno...